La parroquia de santa Isabel de Hungría es un signo urbanístico del barrio homónimo. La construcción del templo se debe al empeño personal del párroco, D. Manuel Navarro y del esfuerzo colectivo de todo el barrio. Fue la respuesta a una legitima demanda debida al incremento de población que a partir de 1960 se daría en San Vicente del Raspeig. Antes del actual templo ya había culto religioso en el barrio en lo cales y viviendas de barrio.

El 20 de noviembre de 1971, el obispo de Orihuela-Alicante, D. Pablo Barrachina y Estevan bendijo la primera piedra del templo en un solar próximo a la avenida principal del barrio. Solar cedido por el promotor D. Rodrigo.

El primer presupuesto ascendía a cuatro millones de pesetas y el periodo previsto para la finalización de las obras era de tres años. Mucha gente del barrio aportó su trabajo personal totalmente gratuito, muchas familias por su parte, pagaban una colaboración mensual de 250 pesetas cuando el presupuesto inicial se agotó con las obras inacabadas.

El constructor consiguió que el nombre del nuevo templo, igual que el barrio, fuese santa Isabel por el patronímico de su hija Maribel.

El templo comprende un complejo de instalaciones edificadas en varios niveles, que van desde salones de actos a diferentes dependencias para la realización de diversas actividades pastorales. En este sentido la Parroquia proporciona al barrio una labor tanto social como evangelizadora.

Durante la fase de finalización de las obras comenzó la celebración de las fiestas patronales del barrio en honor a su patrona y protectora santa Isabel de Hungría. Fiestas que se vienen celebrando el fin de semana más próximo al 17 de noviembre festividad litúrgica de la santa. Dichas fiestas son organizadas por la Parroquia, a través de la Cofradía de santa Isabel, que se encarga tanto de la parte popular como de la religiosa; destacando la ofrenda, procesión y Misa solemne en honor de la reina santa.

Esta Parroquia propició desde sus orígenes espacios de socialización y encuentro para los vecinos mediante el culto, sus fiestas, sus actividades culturales y lúdicas.

En el templo podrás admirar en el altar mayor un imponente Cristo crucificado acompañado de las imágenes de la Inmaculada y santa Isabel de Hungría, todas ellas tallas de madera.

Podrás admirar una imagen que imita la célebre Piedad de Miguel Ángel, que si te fijas bien es en realidad una figura de una hoguera alicantina que fue indultada del fuego y posteriormente pintada. Entrando en a la derecha admirarás una sencilla capilla donde se venera el Cristo de los Desamparados; nombre elegido por votación popular.

Se trata de una Parroquia sencilla, estructuralmente presenta un estilo moderno muy propio del concepto cultual y litúrgico del momento en que se construyó. Un lugar emblemático del barrio, que se ha identificado con los vecinos del barrio que la siente, porque sí es, como su casa.